Las botas flotantes serían geniales.Parecía que nos los prometieron en algún momento de la década de 1970, y todavía sigo rasgueando los dedos con anticipación.Mientras tanto, siempre queda esto.Mis pies están a unos centímetros del suelo, pero inmóviles.Me deslizo sin esfuerzo, a velocidades de hasta 24 km/h, acompañado...
Leer más